Pedro, Jorge y Diego eran tres amigos inseparables de la infancia. Ellos vivían
en una vecindad de un pueblito aldeano, los tres jugaban, caminaban y
disfrutaban de la vida infantil muy contentos.
En aquella época a Pedro, le gustaba asistir a la escuela con mucha
puntualidad y estudiar con gran decisión. A Jorge, en cambio le encantaba apacentar
su rebaño en los campos verdes de la aldea. Y Diego, era un niño engreído y
sobreprotegido por sus padres, no le
gustaba hacer ninguna actividad, era un mostrenco, desobediente e
indisciplinado. Con el correr del tiempo se hicieron mayores y cada cual
prosiguió su destino en busca del éxito y la felicidad.
Pedro, después de muchos años Pedro volvió al pueblo. Él era un gran
cirujano y deseaba encontrarse con sus mejores amigos de su niñez y recordar
los años maravillosos. Buscó a Jorge, quien era un gran ganadero, entonces, los
dos se reunieron y se contaron sus vidas. Pero no estuvieron contentos porque faltaba el
tercer amigo, Diego, quien se había convertido en un avezado delincuente.
. Fueron en busca de él, quisieron ayudarle pero éste no les reconoció ni
advirtió las buenas intenciones de sus dos amigos. Se marchó raudamente y tiempos
después terminó en la cárcel.
Ahora, los dos amigos viven muy felices y contentos intercambiando
correspondencias y contándose sus mejores experiencias. Vale la pena tener un
amigo como este.
Katherine Kimberli Espinoza Soto
5º Grado 2011 – IE Nº 30251
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