EL CAMPESINO Y SUS HIJOS

Un campesino tenía dos únicos hijos. Llegó el día en que el padre repartió su único terreno que poseía, le tocó a la mitad a cada uno. Pero los hijos, crecieron y se hicieron hombres. Estos tomaron sus cosas y se marcharon a la ciudad, despreciando la herencia que le había correspondido.
El verse abandonado el padre pensó y dijo: - ¿Cómo podría hacer que mis hijos regresen a vivir conmigo?-. Luego, trabajó mucho e hizo que a tierra produzca una buena cosecha. Vendió los frutos y con el dinero que ganó compró más terrenos, casa y automóvil.
Los hijos al enterarse de la prosperidad del padre y al verse desdichado en el suburbio de la ciudad, decidieron regresar y pedir perdón de a rodillas a su padre.
A partir de ahí, comprendieron que el amor de los padres es infinito y una familia unida puede triunfar en cualquier lugar del mundo.

Marcela Valdivia Llantoy
5º Grado 2011 – IE Nº 30251

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